Según Wikipedia, la extinción
masiva del Pérmico-Triásico, llamada también de manera informal la Gran Mortandad, ocurrida hace unos 250 millones de años, ha sido la mayor extinción habida
en la Tierra. Desaparecieron casi el 95 % de las especies marinas y el 70 % de las de
vertebrados terrestres.
Con tan poca biodiversidad resultante, la vida tardó mucho tiempo en recuperarse. Numerosas ramas evolutivas del
árbol de la vida fueron cercenadas.
Durante largo tiempo la Tierra solo fue un páramo desértico
dominado por los hongos.
Leyendo al Arcipreste de Hita,
obligado a acudir cada dos o tres estrofas al Diccionario para entender la
exactitud y preciosidad de sus vocablos, siento que la extinción masiva del
Pérmico es una broma comparado con la asolación sufrida por nuestra lengua. Y
tampoco hace falta irse siete siglos atrás a buscar palabras precisas y
preciosas por doquier que ya no utilizamos. Tantas veces como el Arcipreste, obliga
Max Aub a tirar de diccionario para encontrar con una sola palabra expresado (y
con mayor exactitud y claridad) lo que hoy sólo acertamos a definir usando una
frase entera y lexicalmente bastante pobretona.
Creo que mi pasión por el léxico
nació en mí leyendo a Delibes, cuando en un libro suyo descubrí que donde yo
habría escrito: “la pelusilla que hay debajo de las camas”, él había dicho sin
más “el tamo”. Y también cuando quise un día describir la dulce sensación de acariciar
la piel amada al amanecer, dentro del lecho, definiendo “esa ligera humedad que
cubre la superficie del cuerpo, sin llegar a ser sudor”; cuando habría bastado
con decir, el “mador” de la persona amada…
En fin, valga el final de la
entrada de Wikipedia sobre la Gran Mortandad para expresar lo que me malicio
que hacia el porvenir se trasluce: “Con tan poca biodiversidad resultante, la
vida tardó mucho tiempo en recuperarse... Durante largo tiempo la Tierra solo
fue un páramo desértico dominado por los hongos”.
Apenas quince segundos de
escuchar a tanto televisivo (Eurovisión, tertulianos, políticos, ciudadanos cualesquiera entrevistados
por la calle…) y hasta a tanto universitario o a tantos jueces… sirven para confirmar
que ya estamos dominados por los hongos…
De
muestra una mercería, más que un botón:
Colombroño: Tocayo.
Dríade: Ninfa de los bosques,
cuya vida duraba tanto como la del árbol a que se suponía unida.
Cuelga: Regalo que se da a
alguien en el día de su cumpleaños.
Balumba: Bulto que hacen muchas
cosas juntas; Conjunto desordenado y excesivo de cosas.
Ejido: Campo común de un pueblo,
lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o
establecerse las eras.
Escálamo: Estaca pequeña y
redonda, encajada en el borde de la embarcación, a la cual se ata el remo.
Marfuz: Repudiado, desechado;
Falaz, engañoso.
Pegujar o pegujal: Pequeña
porción de terreno que el dueño de una finca agrícola cede al guarda o al encargado
para que la cultive por su cuenta como parte de su remuneración anual.
Zatico: Mendrugo o pedazo de pan;
Hombre que antiguamente tenía en palacio el cargo de cuidar del pan y alzar las
mesas.
Albardán: bufón, truhan.
Postema: apostema: Persona pesada
o molesta.
No criarle, o no hacérsele, a
alguien postema algo: Descubrir fácilmente a otros lo que sabe, y con especialidad
cuando es secreto; Manifestar sin dilación y con franqueza a alguien las quejas
o resentimientos que tiene de él.
Carlanca: Collar ancho y fuerte,
erizado de puntas de hierro, que preserva a los mastines de las mordeduras de
los lobos.
Ajobar: Llevar a cuestas, cargar
con algo; Dicho de dos personas o animales de distinto sexo: juntarse,
emparejarse.
Bausán: Figura humana, embutida
de paja, heno u otra materia semejante y vestida de armas, que se hacía para
simular un combatiente; Persona boba, simple, necia.
Tuero: leño grueso que se pone en
el fondo del hogar.
Trashoguero: Dicho de una persona
perezosa: Que se queda en su casa y hogar, cuando los demás van al trabajo y
salen al campo.
Coime: Hombre que cuida del
garito y presta con usura a los jugadores; Mozo de billar; (en Germanías: dios “Grande,
sagrado coime”).
Sobrevienta: Sobresalto,
sorpresa.; Furia, ímpetu.
Harnero: Especie de criba; estar alguien hecho un harnero: Tener muchas
heridas.
Pastrija: Patraña, embuste.
Adafina: Olla que los hebreos
españoles preparaban el anochecer del viernes y conservaban en un recipiente
cerrado cubriéndolo con rescoldo y brasas, para comerla el sábado en que su
religión les prohibía cocinar
Freza: desove.; Surco que dejan
ciertos peces cuando se restriegan contra la tierra del fondo para desovar;
Tiempo en que, durante cada una de las mudas, come el gusano de seda; (Frezar:
limpiar las colmenas de las inmundicias producidas en su interior).
Cibera: Residuo de los frutos
después de exprimidos.
Badil: Paleta de hierro o de otro
metal, para mover y recoger la lumbre en las chimeneas y braseros.
Tarabilla: Zoquete pequeño de
madera que sirve para cerrar puertas y ventanas; Listón de madera que por
torsión mantiene tirante la cuerda del bastidor de una sierra; Persona que
habla mucho, deprisa y sin orden ni concierto; Tropel de palabras dichas
deprisa y sin orden ni concierto; soltar alguien la tarabilla: Hablar mucho y deprisa.
Cítola: Tabla de madera,
pendiente de una cuerda sobre la piedra del molino harinero, para que la tolva
vaya despidiendo la cibera, y para conocer que se para el molino, cuando deja
de golpear
Amelga: Faja de terreno que el
labrador señala en un haza para esparcir la simiente con igualdad y proporción.
Mielga: Horca de aventar y
cargar.
Lebrillo: Vasija de barro
vidriado, de plata u otro metal, más ancha por el borde que por el fondo, y que
sirve para lavar ropa, para baños de pies y otros usos.
Gallofo: Cuento de poca
sustancia; Calendario del rezo y oficio divino para todo un año.
Bodigo: Panecillo hecho de la
flor de la harina, que se suele llevar a la iglesia por ofrenda.
Albogue: Especie de flauta simple
y rústica, o doble y de mayor complejidad deforma, generalmente de madera, caña
o cuerno, propia de juglares y pastores; Cada uno de los dos platillos pequeños
de latón que se usan para indicar el ritmo en las canciones y bailes populares.
Segur: Hacha grande para cortar;
hoz.; Hacha que formaba parte de cada una de las fasces de los lictores
romanos.
Loro: De color amulatado o de un
moreno que tira a negro.
En apnea se queda uno…
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