Queridos amigos, os invito a transitar juntos mi blog.

Ven, vagamente,
ven, levemente,
ven solo, solemne, con las manos caídas
a tu lado, ven
y trae los montes lejanos junto a los árboles próximos,
funde en un campo tuyo todos los campos que veo,
haz de la montaña un bloque sólo de tu cuerpo...

(Fernando Pessoa)

24 noviembre 2015

La conquista de la Felicidad

Queridos amigos, ayer fue una gran día para mí. Presenté rodeado de mi amor y mis amigos (la familia que no me vino dada sino que yo mismo elegí) mi novela “El cumpleaños”.
Sería inacabable el capítulo de agradecimientos, así que lo resumo en mandar todo mi cariño y admiración a Rafael Soler y Arturo Gonzalo Aizpiri (que ejercitaron la hipérbole sobre mí y mi obra), Javier Baonza (entusiasta infatigable editor) y Donato Goyeneche (que  nos inundó de belleza con sus piezas musicales).
Como veis se trata de una novela corta en la que he pretendido abordar algunos temas que son muy necesarios para mí en la peripecia vital en la que habito.
Por un lado, el valor del tiempo que conquistamos para estar junto a las personas que hemos decidido amar (véase la fotografía de mis hijas acompañándome en la firma de ejemplares).
Por otro el “perdón”. El más difícil de los perdones, el que nos debemos a nosotros mismos, pero también el perdón a quienes más queremos. El perdón merecía bien mi tentativa de incursión en esta novela, pues es una de las pocas características esenciales que identifica unívocamente a los humanos. Hombres y mujeres somos los únicos seres de la naturaleza que perdonan. Así me he sentido yo en mi cuento respecto de la etimología de la palabra perdón, que procede del hebreo arcaico “rechem”, que significa útero, de modo que simboliza la posibilidad del nacimiento de una nueva vida. Cuando perdonamos y sobre todo cuando “nos” perdonamos impedimos que el pasado siga cerniéndose como un buitre sobre nuestro presente y nuestro futuro y surge la posibilidad de una nueva vida.
Ya lo dijo Hannah Arendt: “el hombre fue creado con el poder de recordar el pasado pero sin capacidad para cambiarlo. Sólo el uso de la humana facultad de perdonar puede conseguirlo”. Pero Arendt también dijo que el hombre asimismo fue creado como el único ser de la naturaleza con la potestad de imaginar el futuro, aunque sin el poder de controlarlo, salvo si hacemos un firme uso de nuestra capacidad y habilidad para mantener y cumplir nuestras promesas. Entonces sí conseguimos construir el futuro según lo imaginábamos.
Y ello entronca con el otro de los temas de mi novela (bajo el paraguas del poder de la fantasía): el de que la felicidad es un acto de la voluntad. De nosotros y de nadie más depende nuestra felicidad. La narración que cada uno hace de su propia existencia es algo puramente volitivo pues la realidad nadie ha dicho que sea una u otra cosa. Ya se sabe, todo es relativo. Y en esa relatividad radica nuestro más preciado bien, nuestra libertad.
En fin, tras tantos libros míos de “realismo sucio” vaya éste de “realismo limpio” cargado de luz para el porvenir.
Salud.









16 noviembre 2015

"El cumpleaños", mi nueva novela

Queridos amigos, más o menos he venido escribiendo una novela cada diez años. Esta es más bien una "nouvelle" (ese tipo de narraciones que están entre la novela corta y la novela tradicional, o sea un centenar de páginas), pero en ella he puesto toda mi pasión literaria. Y vital.
Ha sido tan importante para mí que desde el primer manuscrito, terminado en 2010, la he reescrito íntegramente en tres ocasiones y he introducido cambios radicales al menos en otras cuatro o cinco versiones... Para un escritor como yo, que nunca antes había reescrito ni retocado y que acostumbro a llevar a imprenta los textos tal y como salen de la mano (sigo escribiendo con papel y rotulador) ha sido un ejercicio esclarecedor. Creo que al final he conseguido decir, desnudamente, lo que quería transmitir a los posibles lectores. Y a mí mismo. Así, querría que os gustara y que os hiciera pasar unos breves momentos de emoción...
Por ello, a los que podáis/queráis os espero el día 23 de noviembre en la SGAE, Calle Fernando VI de Madrid a las 1930.
(Como sabéis la SGAE es muy estricta respecto al aforo de las salas del bello palacete en que tiene su sede, y ya en alguna presentación de la editorial hubo personas que no pudieron entrar, de modo que a los que tengan la intención de venir el próximo lunes me permito recordároslo).
Muchas gracias. Salud. Y paz.